miércoles, 18 de septiembre de 2013

EL CURA - SARGENTO DE ALCAUCÍN

Iglesia de Alcaucín 
Hoy hemos asistido en Alcaucín al funeral de una mujer joven y querida, cuya muerte al estar revestida de connotaciones especiales, ha trascendido del tradicional acto social y religioso, para convertirse en una manifestación de respeto y dolor, que se ha hecho patente en la emoción contenida de los vecinos.

Todos los asistentes, al margen de sus creencias religiosas, asistimos de forma ejemplar y respetuosa a los entierros, como no podía ser de otra manera.

Sin embargo el protagonista, triste protagonista de hoy, ha sido el cura, que ha confundido a la iglesia de todos, o así debería de ser, con su propio feudo dogmático, donde impone su “santa voluntad”.

La comitiva del funeral ha llegado a la puerta de la iglesia un poco antes de las 12, hora prevista para el acto religioso. Después de los saludos de algunos vecinos, todos los familiares han entrado en la iglesia, quedándose fuera 5/6 hombres, con la noble y honrosa intención de rendir su último tributo transportando el féretro al interior de la iglesia.

Cuando se disponían a sacar el féretro del coche fúnebre, era las 11:50 horas, ha salido el cura ya vestido con el atuendo propio de estos actos, y dirigiéndose a los familiares, les ha señalado con el dedo el reloj de su muñeca, advirtíendoles que faltaban 10 minutos para las 12, hora señalada para el acto. Los familiares perplejos pero de forma respetuosa, han obedecido las “instrucciones” del cura, esperando durante 10 minutos, 10 largos minutos, al sol, en humillante silencio, bajo las miradas y sonrojo de los vecinos. Han sido 10 largos minutos de espera humillante, gratuita y falta de respeto para con los familiares de la difunta, en un claro y manifiesto ejercicio de autoritarismo, más propio de otros tiempo, que yo suponía habíamos superado.

Cuando el reloj de la torre de la iglesia ha empezado a dar las campanadas de las 12 horas, los familiares han procedido a transportar el féretro al interior de la iglesia.

Yo no he asistido al acto religioso, con lo que he visto tengo bastante.

Espero del obispo de Málaga, tome cartas en el asunto y obre en consecuencia.



18.09.2013

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